Ya solo queda disputar la final de esta competición ecologico-deportiva en la que los jugadores deben combinar sus habilidades para encestar con sus conocimientos sobre separación de residuos.
¿Quién no se siente tentado a encestar un papel (utilizado ya por las dos caras) hecho una bola en la papelera sin levantarse de la silla? Lo malo es que después hay que levantarse e ir al rebote cuando no lo encestamos. Pues de eso se trata, de encestar quince tipos de residuos en su contenedor correspondiente. No es suficiente con tener puntería, pues si te equivocas de contenedor, además de no puntuar, te quitarán un punto.
A la competición se ha apuntado voluntariamente todo el que ha querido, alumnado y profesorado. Se han hecho eliminatorias en los recreos y ahora solo queda que los organizadores, la clase de 2º de ESO, se decidan a poner la fecha para la Gran final.
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